Lo que no les mata lo asimilan. Aprendieron que de nada vale ser duros con las inclemencias y, a pesar de las evidentes limitaciones, se hicieron flexibles ante las contrariedades. ¿Quién no aprende en su compañía? ¿Quién no goza con quién sabe verlo y lo comparte?.
Lo que no les mata lo asimilan. Aprendieron que de nada vale ser duros con las inclemencias y, a pesar de las evidentes limitaciones, se hicieron flexibles ante las contrariedades. ¿Quién no aprende en su compañía? ¿Quién no goza con quién sabe verlo y lo comparte?.
ResponderEliminarMenudos troncos. Lo que deben haber visto y oido esos gigantes del bosque!
ResponderEliminarUn abrazo Luis
Viejos amigos y yo diría que fieles. Magníficas fotos de estos árboles tan impresinantes. Que sigan ahí por muchos años más.
ResponderEliminarsaludos
Muy buena esta serie de árboles,Luis, una texturas muy bien captadas.
ResponderEliminarLos árboles son una de mis debilidades y estos ejemplares son fantásticos.